OPINIÓN · Lo mejor y lo peor del All-Star Weekend 2018

Durante este último fin de semana Los Ángeles ha acogido uno de los eventos deportivos más seguidos de todo el mundo: el All-Star de la NBA. La edición de 2018 se ha caracterizado por un cambio bastante notable en el funcionamiento y el formato del partido de las estrellas, que por lo que hemos visto ha funcionado. Sin embargo, el partido del domingo fue solo la guinda del pastel de tres días de celebración con la presencia de los mejores especialistas de la liga. Bueno, y de las ‘celebrities’.

En este artículo analizamos el All-Star Weekend de arriba a abajo y damos nuestra opinión sobre lo que más nos gustó, y lo que menos. Así pues, allá vamos:

LO MEJOR

En este caso, vamos a exponer primero los puntos positivos que hemos observado estos días:

· El talento en el Rising Stars Challenge: El primer evento serio del fin de semana fue el viernes 16 y no decepcionó. En el partido que enfrenta a las mejores jóvenes promesas de la liga -en formato Mundo contra Estados Unidos- pudimos ver altas dosis de calidad, talento y ganas. Especial mención a la camada de ‘rookies’ del último Draft, que demostraron tener un innegable talento en la pista.

Desde Donovan Mitchell hasta Jaylen Brown -35 puntazos para él-, pasando por el camerunés Joel Embiid y el MVP del partido, Bogdan Bogdanovic, el espectador tuvo la oportunidad de disfrutar de las próximas estrellas de la NBA a un nivel increíble. El partido se lo llevó el Team World por 157 a 124, demostrando también el nivel de los jugadores internacionales, que cada vez van ganando más peso e importancia.

· Spencer Dinwiddie: El joven base de los Nets está jugando a un nivel espectacular en Brooklyn y dio muestras de su calidad ante el público angelino ganando el Skills Challenge, esto es, el concurso de habilidades. Temporadón el suyo.

Resultat d'imatges de winners all star 2018
fuente: FanSided

· Devin Booker: Nadie tiene ninguna duda de que el escolta de los Phoenix Suns es una de las potenciales superestrellas de la liga. A su corta edad -tiene tan solo 21 años-, el de Michigan ya ha anotado 70 puntos en un partido y lleva liderando a su equipo desde que llegó al conjunto. El sábado pudimos comprobar de nuevo el enorme talento que tiene en sus manos, cuando ganó con 28 puntos de 34 posibles el concurso de triples, superando el récord que tenían Stephen Curry y Klay Thompson en este formato, con 27. Que no pare la fiesta, Booker.

· Hay concurso de mates para rato: Pese a que la edición del sábado no fue de las mejores -el principal candidato cayó en primera ronda-, los ‘rookies’ Donovan Mitchell y Dennis Smith Jr., junto a Larry Nance Jr. y Victor Oladipo, demostraron que en los próximos años el Dunk Contest va a estar más que competido: potencia, creatividad, innovación y atleticismo es un buen resumen de lo que pudimos presenciar. Especial mención a los ‘throwbacks’ de Mitchell, que se vistió de Vince Carter y de Darrell Griffith, y de Nance Jr., quien emuló espectacularmente el famoso mate de su padre, primero en ganar un concurso de esta categoría.

· El partido de las estrellas no decepcionó, por fin: Tras muchos años donde el All-Star Game era una completa ‘pachanga’, la NBA decidió cambiar el formato para volver a hacerlo más competitivo. En resumen, se eliminaron las conferencias, se propuso un sistema de capitanes, el objetivo del partido pasó a ser ganar dinero para asociaciones benéficas y la liga se comprometió a premiar económicamente a los ganadores. Con todo, y aunque no ha dejado de ser un partido amistoso con altas anotaciones, sí que se vio un cambio muy importante. En la pista se defendió bastante, y las caras tanto de ganadores como de perdedores al final lo decía todo: a nadie le daba igual ser vencido.

 

Sin duda, un acierto para Adam Silver, que deberá seguir trabajando para hacer que esta competitividad no se esfume en las próximas temporadas.

LO PEOR

Una vez vistos los puntos positivos del fin de semana, vamos a por las cosas que no nos gustaron:

· El público angelino: No es que se pueda destacar a los asistentes de los eventos del All-Star por sus ganas de animar, precisamente. En casi todos ellos el ambiente era frío, demasiado para un acontecimiento de este nivel, donde queremos ver al público gritando y creando algo de emoción. Si además le añades que pitaron al Team World en el Rising Stars Challenge, siendo un partido amistoso y de espéctaculo (por mucho que Estados Unidos perdiese de mucho) te queda una afición que simplemente suspende en el global.

· El concurso de habilidades: Ahora mismo, el Skillls Challenge no solo es el concurso menos seguido por los fans de la NBA, muchos también se preguntan donde está la gracia. Es demasiado corto, no hay emoción y de habilidades no tiene nada porque lo único que cuenta es la rapidez con la que metes el triple final. Necesita un replanteamiento urgente del formato, pues cada año aburre más, a nuestro parecer.

· La primera ronda del concurso de triples: Fue un completo desastre. La puntuación máxima no llegó a 20 e incluso hubo varios jugadores por debajo de los catorce, tales como Paul George o Eric Gordon. Concurso de ladrillos.

· La publicidad y el espectáculo barato: Personalmente, esto es lo que más nos enfureció durante todo el fin de semana. Y es que ya sabemos que la NBA pondrá publicidad y entretenimiento, pero una cosa es ponerlo y otra cosa muy diferente abusar de ello. El All-Star Game duró casi tres horas y media, una barbaridad teniendo en cuenta que solo hay 48 minutos de juego y que los partidos de temporada regular duran aproximadamente 2 horas y media como máximo. En cada cuarto tuvimos como  mínimo una pausa innecesaria y eterna, pues los tiempos muertos no eran procedentes, se pitaban precisamente para poner el espectáculo/anuncio de turno. En los concursos pasó lo mismo: en medio de cada ronda y de cada modalidad hubo un montón de publicidad.

Además, otro punto a comentar es la calidad del entretenimiento. Con la de dinero que tiene la NBA, es inadmisible pongan números tan esperpénticos como los que vimos, especialmente teniendo en cuenta que es un All-Star. Eso no es entretener, es rellenar con espectáculo barato y de poca calidad. No nos referimos a los ‘shows’ bien montados, como puede ser el del prepartido o el de la media parte, nos referimos a esos que se hacen en tiempos muertos o entre los cuartos, ya sabéis: mascotas haciendo chorradas, gente disfrazada, etcétera. Tendrán mucho talento, seguro, pero es un All-Star, no la fiesta de fin de curso del colegio. Llega un punto donde el espectador -un servidor incluido- pierde la paciencia. Así no.

Deja un comentario