Poco se ha hablado de la temporada que están haciendo los Philadelphia 76ers. Los del estado de Pensilvania han conseguido dejar atrás las desastrosas temporadas y sensaciones de los últimos años y, liderados por un núcleo interesante de jóvenes jugadores, van a meterse en PlayOffs seis años después.
De entre todos los jóvenes valores que los Sixers tienen en nómina, hay uno que destaca por encima del resto: Joel Embiid. El camerunés fue All-Star el pasado mes de febrero por primera vez en su carrera y aun siendo todavía jugador de segundo año, se ha convertido en el líder, el capitán, la estrella de unos Sixers que han dejado la cola de la liga para aspirar a todo en los próximos años.
Orígenes en África
Como bien se puede deducir por su nombre y, sobre todo, su acento cuando se le escucha hablar inglés, Joel no nació en Estados Unidos, ni siquiera se crió allí, si no que lo hizo en África, en Camerún. Embiid nació en Yaundé, capital del país africano, hijo de Thomas y Christine Embiid y fue el mayor de los tres hijos que tuvo la pareja.
Sus planes nunca pasaron por jugar al baloncesto -era un destacado jugador de voleibol- pero tomando como referencia al mítico jugador de los Rockets, Hakeem Olajuwon, y siguiendo los consejos de su novia, Embiid se inició en el deporte de la canasta a la avanzada edad de 15 años. Nunca es fácil empezar en un deporte tan tarde, pero sus atributos físicos, su elevado grado de coordinación y su facilidad para aprender y mejorar lo convertían en un chico muy prometedor. Su genética era especial, pero el hecho de haber practicado anteriormente deportes tan variados como el fútbol, balonmano, voleibol y el propio baloncesto le dieron a Joel la capacidad de aprender atributos de todos ellos que más tarde le servirían para ser un jugador excepcional.
Vistas sus cualidades, el también camerunés y veterano de la NBA, Luc Richard Mbah a Moute, decidió invitar a Joel al campus de baloncesto que organizaba en Yaundé. Joel no lo sabía, pero su vida iba a cambiar por completo. Impregnado por la asombrosa agilidad y rapidez con la que Embiid movía su cuerpo, Mbah a Moute decidió apadrinar al jugador y llevárselo a Estados Unidos para que pudiera formarse en alguna de las prestigiosas academias americanas. Tras charlar con el joven Embiid, el veterano jugador africano le convenció para emigrar a Estados Unidos y así poder convertirse en profesional del baloncesto. A penas dos años después de haber empezado a jugar, Joel ya tenía su primera oportunidad en la cuna del baloncesto.
Un duro comienzo
Una vez en América, Embiid se enroló a las filas del equipo de baloncesto de la Montverde Academy, en Florida. La Montverde Academy está considerada como una de las mejores academias de baloncesto preuniversitario de Estados Unidos y había sido el mismo instituto al que había acudido su Mbah a Moute.
Pero los inicios de Joel en América no fueron buenos. Le costaba mucho el idioma y la relación con sus compañeros y entrenador no fue para nada la deseada. Jugó poco, no se adaptó y, al no gozar de la confianza del entrenador, decidió cambiar de aires. Mbah a Moute, que seguía confiando a ciegas en él, movió sus contactos y consiguió que lo admitieran en otro instituto cercano, la The Rock School de Gainsville en Florida. Finalmente, y a pesar de no haber jugado a un gran nivel durante la temporada, Joel tenía otra oportunidad antes de convertirse en jugador de universidad.
En la The Rock School el panorama cambió drásticamente para el jugador africano. Con la confianza del entrenador y compañeros, Embiid empezó a jugar más y a demostrar el porqué de su viaje a los Estados Unidos. Embiid condujo a la The Rock School al campeonato estatal y los ojeadores universitarios empezaron a pelearse por él. En un año había dejado de ser el chico africano raro que no sabía hablar inglés para convertirse en uno de los mayores ‘prospects’ universitarios de su generación.
Etapa en Kansas
Embiid había despertado el interés de prestigiosas universidades americanas como Florida, Marquette, Texas o Louisville, pero de entre todas ellas -13 llegaron a ofrecerle una oferta- Embiid se decantó por el proyecto deportivo de la Universidad de Kansas. Allí, Joel coincidió con su compañero de draft y en la actualidad estrella de Minnesota Timberwolves, Andrew Wiggins.
Con Embiid, Wiggins y otros futuros NBA en la plantilla como Tarik Black, Frank Mason y Wayne Selden Jr., los Jayhawks de Kansas realizaron un buen año y acabaron la temporada con el segundo mejor récord de la Big 12 Conference. No obstante, la actuación del equipo en los torneos finales no fue la esperada y cayeron en semifinales del Big 12 Tournament (torneo que decide al campeón de conferencia) y, peor aún, en el segundo partido del torneo final de la NCAA ante Stanford.
La temporada de Embiid a nivel individual fue bastante parecida a la trayectoria del equipo, bien en los inicios, pero con problemas al final. Perfectamente asentado en la rotación del equipo a pesar de ser un ‘freshman’ (jugador de primer año), Joel fue el pilar defensivo de Kansas durante buena parte de la temporada. Con unos promedios de 11.2 puntos, 8.1 rebotes, 1.4 asistencias y 2.6 tapones en apenas 23 minutos de juego, el camerunés fue nombrado candidato a Jugador del Año de la NCAA. Su temporada también le valió el premio a Jugador Defensivo de la Conferencia y la entrada en el Segundo Mejor Quinteto de la Big 12.
Su irrupción en el baloncesto americano fue total y todos los ojeadores, entrenadores y aficionados que veían jugar a Embiid tenían claro que se encontraban frente a una futura estrella de la NBA. Daba igual que solo llevará jugando a baloncesto cuatro años, algunos como el actual entrenador de los Bulls, Fred Hoiberg, lo tenían claro “Es el mejor jugador del país” y para muchos otros como el propio Mbah a Moute, Embiid ya estaba preparado para jugar en la NBA.
Sufrir para llegar al éxito
En medio de todos estos elogios llegó el final de temporada. Era marzo de 2014 y las universidades americanas se preparaban para la March Madness (nombre que se le da al torneo final de la NCAA). Además, los jugadores que se sentían preparados para entrar en la NBA se declaraban elegibles para el Draft y en ese grupo de estrellas estaba Andrew Wiggins, Jabari Parker y, como era de esperar, el propio Embiid.
Pero el 11 de marzo de 2014 todo cambió. Embiid, que ya se había ausentado de algún partido por culpa de problemas de salud durante la temporada, fue declarado baja para las finales de la liga universitaria por culpa de una fractura por estrés en la espalda. Al final los Jayhawks cayeron antes de lo esperado y Embiid fue incapaz de ayudar a su equipo a llegar más lejos. La lesión le impidió lucirse en el mayor escaparate universitario del año y empezaron a salir las primeras voces críticas sobre su salud física. Las dudas de las franquicias NBA eran lícitas y sus opciones de ser número uno empezaron a caer.
Sin embargo, los Cavaliers se interesaron por él y le ofrecieron la oportunidad de participar en un entrenamiento privado previo al draft. Los Cavs tenían la primera elección de aquel draft y vieron que Embiid podía convertirse en el cinco de referencia que les ha faltado los últimos años. Pero otra vez la mala suerte se cebó con él y en uno de esos entrenamientos sufrió una fractura en el hueso navicular del pie que le forzó a pasar por el quirófano y a estarse de baja más de ocho meses.
Llegó el draft y los Cavs lo descartaron. Los Bucks también, pero su juego había cautivado a toda América y los Sixers, a pesar de su lesión, no le dejaron escapar.
A partir de aquí es una historia que todos ya conocemos. Primer año sin jugar y recaída en el segundo que le mantiene sin pisar una pista de baloncesto dos años seguidos. Debut en la tercera temporada y otra vez una lesión, esta vez de menisco. Tan solo 31 partidos en tres años que hacían presagiar lo peor. ¿Una retirada prematura? Embiid dijo que no y hoy en día es el máximo exponente de lo que son los nuevos Sixers, un equipo joven, con talento y desparpajo. Mucho desparpajo. All -Star en su primera temporada sana, no es de extrañar que acabe entrando en alguno de los tres mejores quintetos de la temporada. Embiid encarna perfectamente los valores del Sueño Americano.
Siete24 