No son buenos momentos para los Portland Trail Blazers. Con la reciente derrota ante Pelicans se consumó la segunda temporada consecutiva de los Blazers cayendo en primera ronda de playoffs. Los de Oregón llevan 18 años sin llegar a una final de conferencia y solo en dos de estos 18 años (2014 y 2016) el equipo logró superar la primera ronda. Una tormenta se cierne sobre Oregón tras una eliminación (4-0 vs. Pelicans) que ha dejado tocada a la afición. ¿Se avecinan cambios en Portland? Aún es pronto para saberlo, pero tras el varapalo, DEBERÍAN.
El banquillo
El primero, y más urgente de todos, debería ser la destitución de Terry Stotts. La reciente ha sido la sexta temporada de Stotts en Portland y el de Iowa ha demostrado una vez más ser un entrenador de temporada regular. Con Stotts en nómina, los Blazers han cuajado excelentes temporadas, con cinco participaciones consecutivas en los playoffs y siempre en récord positivo desde la 2013-14. Sin embargo, a la hora de la verdad han fracasado siempre y gran parte de estos varapalos han sido debido a la incapacidad de Stotts de encontrar soluciones a los problemas que se le han ido planteando en cada periodo de postemporada.
El caso más reciente es el de la última eliminatoria frente a Pelicans. Los Blazers fueron barridos 4-0 a pesar de tener ventaja de campo, perdieron cada partido por una media de nueve puntos y solo dejaron a los Pelicans por debajo de los 110 puntos en el primer partido.
Echando un vistazo al rating defensivo del equipo se observa como la defensa del equipo de Stotts ha sido peor en playoffs en cada una de las cinco temporadas en las que el equipo se ha clasificado. El caso más flagrante es el de este año, donde los de Oregon pasaron de ser la 8º mejor defensa (Rating de 104.2) a la peor de todos los equipos que están jugando playoffs (114.7). Un declive de más de diez puntos que explica perfectamente la dura derrota cosechada a manos de New Orleans.
Parece entonces clara una idea, quiza ambas. O Stotts exprime mucho al equipo en temporada regular, provocando una caída en el rendimiento a final de temporada -Portland tampoco terminó bien la Temporada Regular- o simplemente aún no ha entendido que la fase final de la NBA requiere otra cosa. Defensas más duras, arbitrajes más permisivos, partidos a menos puntos, importancia del rebote y la defensa sin balón. Los playoffs son distintos y los Blazers de Terry Stotts aún no lo han entendido.
La plantilla
La otra parte implicada importante es la plantilla, pero cambiar fichas del roster ya es tarea más complicada. Nosotros creemos que, si bien la plantilla quizá ha cuajado temporadas por encima de sus expectativas, la última sin ir más lejos, los jugadores tienen calidad más que suficiente como para no realizar el bochorno de eliminatoria que realizaron ante Davis y compañía.
Portland tiene a Lillard y McCollum como estandartes. Jugadores a nuestro parecer un poco infravalorados por la prensa y mundo en general de la NBA. A partir de aquí, la calidad del equipo cae y les dificulta luchar por grandes ambiciones. No obstante, Jusuf Nurkic es un pivot decente, Evan Turner un hombre de banquillo con calidad contrastada, Harkless un todoterreno muy interesante para las posiciones de ala y Ed Davis un buen currante en la zona. Si a eso le juntamos un prometedor joven como Zach Collins y un suplente de Lillard como Shabazz Napier, nos queda un equipo más que decente para batallar por las semifinales de conferencia.
¿Suficiente? Hombre, teniendo a estrellas como a Lillard y McCollum creemos que no, pero ya es algo más que perder 4-0 en 1ª ronda de playoffs.
Balance final
Haciendo un balance final de todo lo referente al equipo podríamos estar todos bastante de acuerdo en que el equipo es bueno, pero que necesita de algo más (otra estrella o referente) para poder luchar por llegar a la final de conferencia.
Lillard (27) y McCollum (26) no pueden estarse toda su carrera en un equipo que no les permita luchar por un premio más acorde a su calidad como lo es el anillo de campeón. Por eso, pensamos que las oficinas no deberían tardar mucho en buscar un tercer acompañante que les permita formar un Big Three capaz de grandes hazañas en el siempre complicado Oeste.
Por otro lado, está el tema Terry Stotts. Si bien hemos dicho que el equipo anda un poco cojo aún como para pelear por premios, también hemos dejado claro que lo acontecido ante Pelicans no puede volver a ocurrir jamás. Stotts ha demostrado sobradamente que tiene el proyecto estancado y sus días en Portland deberían llegar a su fin. Equipos con plantillas similares como New Orleans Pelicans y Utah Jazz o equipos con plantillas en cuadro y sin grandes referentes como la de los Celtics han pasado por encima de Blazers (directa o indirectamente) en esta postemporada y han demostrado la importancia de tener un buen entrenador. Tampoco queremos atacar a Stotts ni llamarle mal entrenador, pero se ha demostrado ya varios años que no ha sabido dar con la tecla del equipo en el momento más importante del año.
Tocará entonces un largo y esperamos que movido verano en Portland. Es hora de que los de Oregón decidan si culminan el proyecto que empezaron cuando draftearon a Damian Lillard en el año 2012 o se mantienen igual, estancados en un proyecto sin futuro, consumiendo poco a poco a sus jugadores más diferenciales.
Siete24 