OPINIÓN · Proyecto en la Gran Manzana

Hace algo más de un año los Knicks cambiaron drásticamente el rumbo de la franquicia. El que había sido presidente de operaciones de los de Nueva York, el histórico jugador y entrenador Phil Jackson, fue despedido y el propietario de la franquicia, James Dolan, decidió poner el destino de los New York Knicks en manos de dos experimentados y reputados ejecutivos en la NBA como Steve Mills y Scott Perry.

A pesar de algún que otro tímido movimiento durante el pasado mercado de agentes libres, ya avisamos durante la temporada regular que la dirección que estaba tomando el equipo de la Gran Manzana no era la más adecuada (a nuestro juicio). Sin embargo, este verano, ya con Mills y Perry trabajando desde el inicio en un proyecto suyo, parece que las cosas han cambiado totalmente en Nueva York.

Los jóvenes al poder

El cambio de rumbo en los Knicks se aprecia claramente cuando comparamos el roster que inició la campaña 17-18 con la plantilla que, a falta de algún que otro movimiento, dará comienzo a la nueva temporada.

Si el año pasado los principales fichajes en la free agency fueron Tim Hardaway Jr (apuesta de Phil Jackson), Michael Beasley, Ramon Sessions y Jarrett Jack, todos excepto Hardaway por encima de los 28 años y las 9 temporadas de experiencia, los despachos este año han cambiado por completo el objetivo en la agencia libre y se han centrado en complementos jóvenes. Los más veteranos no han sido renovados y Kornet (23), Hezonja (23) y Noah Vonleh (23) han llegado a la gran manzana para completar una plantilla que solo cuenta con 5 jugadores por encima de los 25 años.

Una apuesta clara por la juventud en vías de construir un proyecto ganador alrededor de Kristaps Porzingis, un talento especial de apenas 23 años.

Relevo en el banquillo

El gran cambio, pero, se ha dado en la banda. Tras dos años nefastos en cuanto a resultados y con nulo desarrollo de los jóvenes en plantilla, las oficinas decidieron prescindir de Jeff Hornacek para otorgar los mandos del equipo a David Fizdale.

david fizdale
Fuente: New York Post; Fuente destacada: Daily Knicks

Avalado por sus dos anillos de campeón cuando era asistente de Spoelstra en Miami, Fizdale es un gran experto de los banquillos. Empezó su carrera en la Universidad de San Diego -había jugado en ella- para después de cuatro años marcharse a Fresno State como asistente también. Fue en 2003 cuando entró en la NBA de la mano de los Warriors en los que estuvo una temporada antes de poner rumbo a Atlanta como asistente de los Hawks durante cuatro temporadas. Fue su experiencia de ocho años en el banquillo de Miami Heat (2008-2016) lo que le valió para fichar por los Grizzlies como entrenador jefe en verano de 2016. Con ellos, 50 victorias en 101 partidos y la clasificación para playoffs la temporada 16-17 (43V-39D).

La última temporada, algo pobre en cuanto a resultados (7-12 y despido) y con problemas de relación con algún peso pesado de la plantilla ‘Grizzlie’, no ha sido un impedimento para su contratación y tanto en el día de su presentación como en declaraciones posteriores, Perry, Mills y Fizdale no han parado de repetir que la nueva temporada será el año 0 del nuevo proyecto ‘Knickerbocker’, un proyecto ilusionante, un proyecto destinado a desarrollar el talento joven y a construir alrededor de dos futuros baluartes, Kristaps Porzingis y Kevin Knox. Año 0, ilusiones renovadas y confianza ciega en Fizdale para volver de una vez por todas a la senda de la victoria.

Talento rookie

El último punto y el que más ilusión genera -con moderación, hablamos de los Knicks- en la parroquia ‘Knickerbocker’ son las jóvenes promesas que la franquicia ha ido adquiriendo en los últimos drafts, especialmente, el jovencísimo Kevin Knox. Si con Ntilikina existen todavía ciertas dudas sobre su capacidad de adaptación al baloncesto americano, podemos decir que estas dudas desaparecen por completo cuando hablamos de las elecciones Knicks del último draft, Mitchell Robinson y, sobre todo, Kevin Knox.

El primero, elección número 36 del último draft, es un pívot alto, atlético y de buena envergadura que no pasó por la Universidad (entrenó por su cuenta). De un perfil similar a Andre Drummond, Robinson ha demostrado en la Summer League ser un ‘Lob catcher’, un gran reboteador en ataque y un protector del aro descomunal. Con desarrollo y minutos, un futuro doble-doble permanente. Un 5 con potencia y futuro que tanta falta le hacía a los Knicks.

Knox, en cambio, es más especial, un jugador diferencial. Muy joven aún (cumplió 19 el 11 de agosto), Kevin Knox es un alero rápido, con gran capacidad para penetrar y finalizar por encima del aro (principalmente saliendo por derecha) y que cuenta también con un buen tiro exterior. Un anotador con un margen de mejora y proyección espectacular al que tanto Fizdale como Calipari (su entrenador en Kentucky) ya han alabado en distintas ocasiones. Knox, al fin y al cabo, es el jugador joven en el que los Knicks han depositado buena parte de sus esperanzas futuras y que, si todo va según lo planeado, debería convertirse en el referente junto a Porzingis a no muy largo plazo.

 

Al final, como hemos podido comprobar, los Knicks están dando un giro de 180º a su rumbo para, por fin, navegar en el sentido correcto. Plantilla joven (Porzingis, Knox, Ntilikina, Burke, Robinson, Hezonja, etc), un entrenador experimentado, ideas claras y, sobre todo, talento, mucho talento joven para explotar. Las victorias tardarán en llegar, pero en la Gran Manzana empiezan a ver las luces al final del túnel, empiezan a soñar.

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